El sitio de Pablo Rodríguez Madroño
Pues parece que el pasado fin de semana de pintura (viernes, sábado y domingo) ha provocado que adelgazara; al menos me puedo abrochar el cinturón un agujero más estrecho. Lo que no sé es si eso es debido a que la grasa se ha quemado o a que se ha redistribuido…
Este fin de semana repito pintura, pero sólo sábado y domingo. Con suerte quedará todo listo para poder encargar los muebles y acelerar el traslado, pero aún asà quedará mucho por hacer.
Ya hay fecha… el próximo dÃa 17 de Octubre mis suegros se mudan a Sant Cugat del Vallés, a la casita de la montaña, y nosotros pasamos a su piso.
Tendremos más luz, una mejor distribución, suelo de madera, mejores vistas, una plaza de aparcamiento cubierta y sin riesgo de cancelación.
Antes, claro, habrá que pintar, lijar ventanas, poner cables, pulir el suelo… ¡mucho trabajo!
¡Quien me ayude con él está invitado a la fiesta de inauguración!
Ayer fuimos al Ayuntamiento de Barcelona porque habÃa una invasión de dragones.
Ya hace dÃas que colgué en la galerÃa las fotos de los viajes de este verano, pero no he tenido oportunidad de escribir sobre ellos.
El primero fue durante el último fin de semana de Julio. Fue un viaje relámpago decidido a última hora para llevar a mi hermano y sus cosas a Amsterdam, y evitarle tener que hacer 1.500 kilómetros en un coche viejo, solo, cargado de cosas y en plena operación-cambio-de-mes-de-vacaciones en Francia.
Entre mi padre y yo nos hicimos más de 3.000 kilómetros en tres dÃas, con atascos y paradas. La ida fue relativamente bien, la llegada a Amsterdam algo catastrófica (el alojamiento contratado por mi hermano resultó ser un fraude), y la vuelta agónica. Al menos nos dimos el lujazo de volver por ParÃs, dar una vuelta en coche y cruzar el espectacular viaducto de Millau.
El segundo viaje fueron casi 10 dÃas en Galicia, en la Costa da Morte, en un apartamento de Corcubión muy chulo. Este verano parece que ha hecho muy mal tiempo en Galicia… ¡excepto la semana que fuimos!
Viajamos en avión y alquilamos un coche en Santiago: además de ser el primer viaje en avión de Inés (que hacÃa ilusión), era mucho más conveniente porque se tarda mucho menos que en coche y es menos cansado. Disfrutamos de mucha playa (Mar de Fora, Gures, Langosteira…) y de las fiestas de la Xunqueira en Cee, cruzamos la frontera de Portugal, comimos mucho y bien… y volvimos muy descansados.
¡Que disfrutéis de las fotos!